Este año , más precisamente en julio , se cumplirán treinta años del suicidio del jugador chileno de la Universidad Católica Raimundo “Mumo” Tupper.
Lo particular de este recuerdo y nota en Salto Sale, es reivindicar la figura de un jugador que se animaba tanto a la globa como a los libros. Un jugador que llegó a influir en compañeros de equipo, el hábito por la lectura. Como dijo una vez un compañero de habitación “Gracias al Mumo leí más de cien libros”.
El gusto de Raimundo por la lectura fue desde siempre , el fútbol para él era un simple deporte, un juego al cual todavía no había hecho su pasión. A pesar de ser un polifuncional volante, lateral y delantero. De ser una figura en la Universidad Católica habiendo disputado la final de la Copa Libertadores de 1993 e integrar la selección chilena.
El “Mumo” Tupper había desarrollado desde temprana edad, gustos por la música, la literatura siendo el trovador Silvio Rodríguez su referente como así también Gabriel García Márquez o la poesía de Arthur Rimbaud. Una persona culta e informada, buena gente, a la que el fútbol no lo abstrajo de la realidad. Aún se recuerda la anécdota de 1988 cuando los jugadores de la Católica fueron reunidos y presionados por la dirigencia del club chileno para votar a favor de la continuidad del régimen de Augusto Pinochet y el con 19 años, siendo uno de los juveniles de ese plantel les dijo “Yo no voy a votar por él, porque yo soy del otro bando” dejando sorprendido a más de un experiente compañero y dando a entender ,de que Raimundo no estaba de acuerdo con la dictadura de Pinochet.
Este jugador que en palabras del argentino Alberto “Beto” Acosta tenía todo.
“Qué le pasa a este pibe, lo tiene todo. Juega bien al fútbol, es jugador de selección, está en uno de los mejores equipos de Chile, tiene pinta, lo siguen las mujeres y dice que no tiene nada”.
Raimundo atravesaba lo que se conocía como depresión endógena , en épocas donde la depresión o la salud mental, no eran consideradas como graves , o al menos no se le daba la merecida importancia.
“Lo tengo todo, pero no tengo nada” , sentenció el jugador chileno que había comenzado tratamientos, pero determinados medicamentos eran contraindicados para un deportista profesional. Su padre le había sugerido que dejara el fútbol e ingresara en la Universidad , a sabiendas de su gusto por el estudio.
Fue en julio de 1995 , en una gira de la Universidad Católica por Costa Rica donde Raimundo con apenas 26 años de edad y un futuro prometedor, se subió a la terraza del hotel y se lanzó al vacío suscitando una verdadera consternación en sus compañeros y los aficcionados chilenos que lloraron su muerte.
Raimundo “Mumo” Tupper , recordado como una gran persona no pudo eludir a su mayor adversario. Ni la calidad de su pegada derribar el fantasma que lo asolaba internamente
En virtud de que en julio próximo, se cumplirán 30 años de la muerte de Raimundo Tupper Lyon, queríamos recordar en Salto Sale, a ese jugador distinto, apasionado por los libros.
De espíritu noble y gambeta literaria.
