Fabián Alvez tiene 44 años, ya es notorio verlo por nuestra principal arteria con su guitarra, tocando piezas folclóricas. Hace un tiempo dejó Fray Bentos, donde tenía una empresa unipersonal de jardinería y volvió a Salto a buscar suerte. Hoy conocemos un poco más a Fabián, que aunque parezca un contrasentido, es un músico urbano pero de tierra adentro.
Salto Sale: ¿Cómo llega la música a tu vida?
Fabián Alvez: La música llega a mi vida, cuando arranqué a trabajar con mi padre en una estancia, acá en salto, a los 13 años. No quise seguir estudiando, después de haber asistido a la escuela número 9, me encontré con el folclore gauchesco, y me apasionó. Fue ahí donde comencé un estudio sencillo de la música (sin partituras).
SS: ¿Desde cuándo en calle Uruguay ?
FA: En calle Uruguay comencé a cantar hace cinco años más o menos, porque es un lugar muy concurrido y es una buena oportunidad para que a uno lo vean y poder generar dinero.
SS: ¿Cuáles son tus raíces musicales?
FA: Siempre canté folclore, es el género en que me siento más familiarizado ya que mi padre tocaba el acordeón y mis abuelos parte paternos y maternos eran buenos acordeonistas. A uno de ellos, lo contrataban para tocar en los bailes, en las casas de familia en Pueblo Lavalleja.
SS: Contanos un poco de tu repertorio y tus referentes musicales…
FA: Mis referente musicales son José Larralde, Los Zucará, Alfredo Zitarrosa, Conjunto Ivoti, músicos gauyos de la frontera. Y otros que me gustan como “No te va gustar”, Andrés Calamaro, y otras bandas que no recuerdo sus nombres.
SS: ¿Cómo está la calle para tocar?, ¿encontrás receptividad en la gente?
FA: La calle varía en tema de dinero, ya que según la fecha. Pero lo importante es que la gente me recibe bien, les gusta lo que canto y en muchas ocasiones me agradecen.
SS: ¿La música te ha ayudado a superar momentos difíciles en la vida?
FA: La música me ha ayudado a superar momentos tristes personales. Cantando siento que esas tristezas se van solas, desaparecen. O sea, es como un antídoto que me ayuda a superar momentos tristes que he pasado en lo sentimental o en momentos de no tener laburo también. La música fue y es una inyección de tranquilidad. Cuando canto, por lo general la gente colabora y así puedo hacer mi jornal.
SS: ¿Qué fue lo más anecdótico que te pasó en la calle?
FA: Como anécdota recuerdo una vez cuando estaba cantando un tema dedicado a las madres, una señora madre muy anciana me dió un abrazo y me besó como a un hijo. Eso me llegó hasta el alma.